Villahoz, en plena Ruta del Vino Arlanza, es un buen ejemplo de la arquitectura y el urbanismo popular castellano, todavía en parte rodeada por sus murallas medievales. En un paseo por sus calles se descubre el rollo jurisdiccional del siglo XV y junto a él la imponente iglesia parroquial tardogótica, con su torre barroca de piedra de dos colores. Y por supuesto, sin pasar por alto el barrio de bodegas, uno de los mayores de toda la comarca.