Nuestras Viñas
Tenemos marcado el terruño en nuestro ADN. Nuestros dos majuelos están en parcelas dedicadas al cultivo de la vid desde que hay memoria y que llevan generaciones en nuestra familia. Suman poco más de 4 ha, una superficie muy pequeña que permite conocer cada centímetro de tierra y mimar cada cepa.
PAGO LA CABAÑUELA
Situado en las suaves laderas fluviales del pequeño río Cubillo, afluente del Arlanza fue plantado hace más de 30 años. Rodeado por otros majuelos pequeños y frutales, algunos de una edad extraordinaria. El suelo es abundante en cascajo y arena especialmente adecuado para las cepas.
Junto a la parcela principal, mantenemos un majuelo ya centenario, plantado en plena filoxera, en el que contamos con garnacha y otras variedades que a día de hoy siguen sin identificar. Algunas localidades y muy antiguas. Su rendimiento es muy escaso, pero su carácter especial hace que merezca la pena preservarlas.


LA LOSA
Es una parcela, contigua a la bodega, que también ha estado dedicada desde siempre a este cultivo. El suelo es algo más variado y si bien predomina el sustrato arenoso, en las partes bajas las arcillas se hacen presentes, otorgando sus propios matices.
Ambas se encuentran a una altitud elevada, unos 825 m, como es característica del Arlanza y una de las razones que marcan más profundamente el carácter de estos vinos nacidos en una zona de enormes contrastes climáticos.
La principal variedad de uva es la Tempranillo, que ocupa la mayor parte de la superficie. Sus características se adaptan perfectamente al terreno y al clima. Un pequeño porcentaje de la viña de la Losa está plantada de Cabernet Sauvignon, otra uva que da excelentes resultados y enriquece los vinos aportando sus propios matices.